domingo, 21 de agosto de 2011

Esos Locos Que Enseñan

Esos locos que enseñan. Yo los conozco. Los he visto muchas veces. Son
raros. Algunos salen temprano por la mañana y están en el cole una
hora antes, otros recorren todos los días más de 100Km de ida y otros
tantos de vuelta. Están locos.


En verano les dan vacaciones, pero no desconectan del todo, piensan
en sus clases, preparan tareas para el curso siguiente. En invierno
hablan mucho, siempre llevan caramelos de miel y limón en los
bolsillos, otros con una botella de agua a su lado. Su garganta
siempre está dolorida, pero siguen enseñando, a veces fuerzan su voz,
pero siguen transmitiendo sus conocimientos con cariño e ilusión.


Yo los he visto, no están bien de la cabeza. Salen de excursión con
sus alumnos y se encargan de gestionar autorizaciones, recogida de
dinero y responsabilidad extra.


Qué será de ellos y ellas. Por la noche sueñan con el colegio, se les
aparecen planetas, ecosistemas y personajes históricos. He escuchado
que llegan cargados con cuadernillos y exámenes, que han corregido la
tarde anterior en su casa.


Son mujeres y hombres, casados, solteros,...de diferentes edades, pero
a todos les apasiona su trabajo, ver crecer a sus alumnos, ayudarlos y
conseguir de ellos ciudadanos competentes.


Los he visto muchas veces. Están mal de la cabeza. Algunos dicen de
ellos que viven muy bien, pero les han recortado el sueldo y siguen
trabajando incluso más que antes, algunos no miran ni su nómina porque
su pasión por la enseñanza los hace ciegos a pensar en el cobro.
Disfrutan con lo que hacen, aunque haya padres que los discutan y les
quiten autoridad, ellos siguen hacía adelante.


Están mal; por las tardes quedan para hacer cursos de formación y no
les importa perder tiempo de su ocio para reciclarse.


Dicen que son autocríticos y que hacen balance de sus experiencias
educativas, que se frustran cuando no salen las cosas como esperaban,
que se alegran cuando sus alumnos avanzan.


Están mal de la cabeza, yo los he visto. Dicen de algunos que fueron
muy importantes, que siempre tienen palabras de aliento; dicen sólo
que son MAESTROS y que se sienten MUY ORGULLOSOS DE SERLO.





1 comentario:

Winnie dijo...

Yo de niña quise ser maestra!!!! Me parecía la profesión más bella del mundo. Un beso